domingo, 17 de diciembre de 2006

Las otras y yo.

Qué hipócrita. Feliz Navidad.

No es que le desee ningún mal, claro que no. Pero no me puede alegrar esa escenita familiar en la que yo soy un punto negro en su cerebro, su tumor a veces beningno, otras no.

Así que me horroriza pensar que, siendo la otra, también soy la otra. La que es capaz de desvelar los secretos de un amor sucio y escondido a la vista de cualquiera, incluso a la suya propia. Me horroriza que vea que soy dos veces la otra. Que toda las sonrisas que me causa se vuelven bilis cuando se marcha y me quedo sola frente a nadie.

Pero tengo suerte. Jamás descubriría mi hipocresía. Mi amor mal entendido. La frustración de la que no le hablo, yo, que nunca le he pedido nada, yo, su mueble, su silla, su cama.

Contigo te quiero, sin ti te odio.

Feliz navidad, a veces.

Las otras y yo seguimos caminando...

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