martes, 30 de enero de 2007

Anormal.

Lo normal es no saber dónde te metes. Es normal no saber si estás vivo o eres un número de las carreteras. Leer las esquelas de los periódicos sabiendo que no pondré flores en tu lápida. Es normal seguir con el despertador a las 7 y tú con tu turno, ajeno a mi tiempo. Normal el silencio del teléfono a cualquier hora, porque a cualquier hora perseguía tu voz a la mía. Era normal que siempre marcaras tú, no sé si es normal que recuerde con una claridad terrible tu número... ¿Qué haces con el mío? ¿Cómo lo explicas si lo guardas? ¿Cómo llamarme si lo has hecho perder? No, no, volvamos a la normalidad. Lo normal es que nunca me vuelvas a llamar. Y que no lo espere.

Y no lo espero. Sólo me gustaría verte la patita enharinada bajo una puerta un día de estos, antes de que simplemente, con toda la normalidad del mundo, me felicites por mi cumpleaños...

lunes, 22 de enero de 2007

Tu peor error

¿Te he asesinado?

Hace tiempo que comento con la almohada que tal vez y para ti soy una carga, hace tiempo que ya no le creo nada y he notado tu sonrisa un poco cansada.
Con los dias se amontonan los momentos, que perdimos por tratar de ser sinceros. Y aunque no me creas, creo que aun te creo. Y aunque no me quieras, creo que aun te quiero.
Yo, perdida entre la confusion, de no saber si si o si no… Voy esquivando tus miradas. Yo, que he sido tu peor error me quedo con la sensacion, de no tener las cosas claras.
He tocado con la punta de los dedos, ese cielo que prometes con tus besos. Como un niño me crei todos tu cuentos, y aunque tu me entiendas… Yo ya no te entiendo.
Solo quiero los recuerdos de ese invierno que pasamos enterrando sentimientos. Y aunque no me creas, creo que aun te creo. Y aunque no me quieras, creo que aun te quiero.
Yo, perdida entre la confusion, de no saber si si o si no… Voy esquivando tus miradas. Yo, que he sido tu peor error me quedo con la sensacion, de no tener las cosas claras.
He sido yo, lo amargo de tu voz, la mala entre nosotros dos y no pasa nada.
Se apaga la luz, si busco y no estas tu, si el tiempo no nos dijo adios, y todo se acaba…
YO!
Yo, perdida entre la confusion, de no saber si si o si no… Voy esquivando tus miradas. Yo, que he sido tu peor error me quedo con la sensacion, de no tener las cosas claras.


(La quinta estación)

domingo, 7 de enero de 2007

Antes de que me consuma

Lo único cierto es que hoy, a estas horas, te odio profundamente... Por lo de siempre: asomar la patita y desaparecer fulminantemente. Y porque nunca podré ir a tu entierro. Te odio.

Traición o respiro

A veces tengo vergüenza de mí y de esto. Y del desvelo pensando qué inventar sobre la verdad de tus llamadas antes de que amanezca. Y me pregunto de nuevo si te reconocerías...

La otra noche no quise castigarlo. De alguna manera, simplemente, me liberé de esta disponibilidad que no merece. ¿Que se acordaba de mi sonrisa? Y yo de su boca más veces al día, pero no lo saco de la cama.

Ahora reconócete. Soy tú, y estaba acompañda, ¿te suena?

Por dentro sigo sola, malditamente sola contigo...
¿Cuándo podré olvidarte? Tú ganas: nunca.