jueves, 19 de julio de 2007

Ulises habla

Creo que sería la mejor manera de terminar este blog de esperas... Con unas palabras parecidas a las de Rodolfo Serrano en este poema robado (http://www.rodolfoserrano.blogspot.com)...

Ulises habla con Penélope de por qué cambia todo

Así que escúchame y no me des más voces:
He dejado de amarte sin saber las razones.
Y tal vez sea porque el vermú de los viernes
me sabe cada vez más amargo y sin gusto.

O quizás es que siento que tu voz por teléfono
me aburre y me deprime y esa risa que un día
era como cristal o brisa de verano
me parece –qué quieres- estridente y sin gracia.

A lo mejor es porque el olor de tu cuerpo
me recuerda, ya sabes, a colonia de anuncio.
Y tus besos me saben a cerveza y tabaco.
Y –perdona- hasta creo que has engordado un poco.

No sé qué me ha pasado. Pero ya es que no tengo
palabras que decirte ni nada que contarte.
Y estoy un poco harto de citas clandestinas.
Y con estos calores yo no estoy para nada.

En fin que me parece prudente y conveniente
dejarlo por un tiempo. Y que nos lo pensemos.
Y no creas, de veras, lo que algunos te han dicho:
No he conocido a otra muchísimo más joven.


Rodolfo Serrano (http://www.rodolfoserrano.blogspot.com)

lunes, 9 de julio de 2007

No es perfecta, mas se acerca a lo que yo simplemente soñé

He parado. No puedo saber si desea ser encontrado. Es cierto que en mi imaginación él sonreirá sorprendido al saber que sus poemas siguen en mi estantería. Pero es sólo mi imaginación.

He parado. Como cada noche un tren de mercancías por no arrollar un coche de domingueros. Es la dominación lo que no domino. Se desbocan mis caballos con mis sueños arrastrados a un costado.

Entonces paro, recorto la lista de amantes bandidos que conseguí para no pensar en él.

He parado, como paré con aquellos estudiantes que rozaban la minoría de edad, como paré con el historiador de una ceja, como paré con el deportista del pene torcido.

Como paré con el cámara y el camerero, sabrosos de tabaco y de sexo, con su traje de libro en la mano.

Como paré con el médico consejosvendoparaminotengo, kilos para regalar a un cuerpo aplastado e insatisfecho. Entérate, doctor, que contigo tuve que fingir para poder respirar.

Como paré con el hippy de ojos de caleidoscopio, el mejor de todos, tan bueno que quería compartir su don con varias a la vez, luchador por una causa socialmente inmoral.

Como paré con un ciberamor transatlántico de vida al revés.

Como paré con la joven promesa del rock que sólo se amaba a sí mismo.



He parado de recordar añadidos a mi lista. Todo lo que hice por sustituirte. Y lo mal que me salió. Ni este último poeta de hoy podrá sacarte de aquí. Si supieras que eres el único con quien no he podido parar, quizá me visitarías más a menudo. Hace meses que has parado y no sé si reanudarás tu marcha pronto, tarde o nunca
.

martes, 3 de julio de 2007

Tras esa sonrisa de casting barato

Es cierto, yo te mentí primero.
Tú no eras torero, correcto.
Tampoco yo trabajaba en un supermercado.
Y no estaba de moda la canción de Serrano.
Fue una elección para no dar explicaciones.
Para no sentirme incómoda.
Para que no te sintieras incómodo.
Para sentirme libre.

Yo te mentí primero y, además, miento mejor.

Conozco el atajo que llega al secreto que nunca dirás,
Sé de aquel sendero que llega a tus labios por cualquier lugar,
Descubrí las salsa que orquestan tus pasos en el adoquín,
y el llanto que escondes tras esa sonrisa de casting barato.

Y de que me sirve,
No sirve de nada.

Conozco el aroma que dejan tus sueños si es que puede haber,
Sé que piensas mucho, hablas demasiado y resuelves poco,
Sé cuando estás fría y aparentas fuegos por condescender,
Sé que a veces mientes, y yo hago maromas por no descubrirte.

Y de que me sirve,
No sirve de nada.

Si tus celos piensan que no hay aventura que se me resista,
Que hasta a veces quisiera parecerme al tipo que tú crees que soy,
Para tener motivos, para vivir la vida,
Para arrancarle un tajo de locura a esta miseria,
De quererte tanto,
Y que no sirva de nada.

No sirve de nada este delirio
De aferrarnos a una historia que murió sin darnos cuenta,
No sirve de nada este castigo,
De buscar en lo imposible algún borrón y cuenta nueva,
No sirve de nada,
No sirve de nada,
No sirve de nada.

Conozco las dudas que te llevan siempre al mismo lugar,
Sé que estoy pagando facturas pendientes de algo que pasó,
Sé que te desgastas buscándole absurdos a la realidad,
Sé que a veces dices, cuando tienes ganas de no decir nada.

Y de que te sirve,
No sirve de nada.

Hacen falta dos para hallar una ecuación de encontrar un culpable,
Hace falta tiempo para tener ganas de desperdiciarlo,
Hacen falta sueños para aferrarse a la realidad,
Hace falta todo, y al final resulta que siempre es lo mismo.

Y de que nos sirve,
No sirve de nada.

No sirve de nada este delirio
De aferrarnos a una historia que murió sin darnos cuenta,
No sirve de nada este castigo,
De buscar en lo imposible algún borrón y cuenta nueva,
No sirve de nada,
No sirve de nada,
No sirve de nada.

Ricardo arjona