domingo, 7 de enero de 2007

Traición o respiro

A veces tengo vergüenza de mí y de esto. Y del desvelo pensando qué inventar sobre la verdad de tus llamadas antes de que amanezca. Y me pregunto de nuevo si te reconocerías...

La otra noche no quise castigarlo. De alguna manera, simplemente, me liberé de esta disponibilidad que no merece. ¿Que se acordaba de mi sonrisa? Y yo de su boca más veces al día, pero no lo saco de la cama.

Ahora reconócete. Soy tú, y estaba acompañda, ¿te suena?

Por dentro sigo sola, malditamente sola contigo...
¿Cuándo podré olvidarte? Tú ganas: nunca.

No hay comentarios: